lunes, 22 de octubre de 2007

Pasiones

Nada me parece más falso
que pensar que respiro
cuando lo real es que muero.
Sentir este tenue aroma de tu fragancia
en el largo andar de la vida/ muerte.
Vida mía muere conmigo.
Pero más allá del cenicero,
el vino y tu franca sonrisa,
las suaves sábanas que nos secaron
en el amanecer de los sexos
aún están húmedas.
Recojo tu cuerpo que yace en mis recuerdos
y lo doblo y acomodo
y lo llevo conmigo
dentro del bolsillo de mi blusa
cerca de mi melancolía
para luego, ya caída la noche
y necesitada de tu cuerpo cierto,
sacarlo para desmoronarlo a besos.

Ada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este si... este me gusta, tiene ritmo y cadencia.

Un placer

potroviejo