martes, 30 de octubre de 2007

Alas

Yo tenía...
dos alas.

Dos alas,
que en el Azul vivían como dos siderales raíces.

Dos alas,
con todos los milagros de la vida, la muerte
y la ilusión.

Dos alas minúsculas pero valientes,
como el velamen de una estrella en fuga.

Dos alas,
como dos firmamentos diminutos,
con calmas, con tormentas y con astros.

Hoy,
a pesar de todo,
de los vaivenes que deparó mi destino,
aún tengo dos alas.

Dos alas con vida,
volando con tesón en la esperanza.

Ada

martes, 23 de octubre de 2007

Querencia

Porque hoy se anuncia el mañana
y tu cuerpo huele a vida
y en nuestra almohada se moldea la esencia de mi sueño.

Porque juntos enfrentamos las encrucijadas de éste mundo
y tu sombra borra la huella de todo
y en tu paso es mi voz quien te pronuncia.

Porque eres el compromiso, la utopía
donde estalla nuestra dicha
y te recreo en ellos cuantas veces deseo.

Porque das impulso a mi sangre
eres sólo tu imagen
y eres sólo mi semejanza.

Porque somos la suma que nos iguala a uno
y te disuelvo en el mar
y me sumerjo.

Porque te amo...
Porque me amas…

Ada.

lunes, 22 de octubre de 2007

Pasiones

Nada me parece más falso
que pensar que respiro
cuando lo real es que muero.
Sentir este tenue aroma de tu fragancia
en el largo andar de la vida/ muerte.
Vida mía muere conmigo.
Pero más allá del cenicero,
el vino y tu franca sonrisa,
las suaves sábanas que nos secaron
en el amanecer de los sexos
aún están húmedas.
Recojo tu cuerpo que yace en mis recuerdos
y lo doblo y acomodo
y lo llevo conmigo
dentro del bolsillo de mi blusa
cerca de mi melancolía
para luego, ya caída la noche
y necesitada de tu cuerpo cierto,
sacarlo para desmoronarlo a besos.

Ada.

En la comisura de tus labios

En la comisura de tus labios,
un rincón oscuro,
me avisa de una palabra muda
que guardas en la campanilla,
junto a las amígdalas,
no la digas hoy.
Déjala junto al calor de humedad
de tu aire caliente,
de tus entrañas.
Hoy no la digas,
mejor , rózame con tus dedos
que tu piel me dé tu cuerpo,
me dé tus besos dulces,
suaves y fuertes,
como tu mirada ahora.
No me digas nada,
abrázame con tus brazos rotundos,
dame tu cuerpo candente.

Ada.

Amores discontinuos

Tenía el día seis lunas
andábamos arqueados, soportándonos,como siempre,
maldiciendo el sopor de Agosto,
la ciudad prometedora y prometida.
Desengaños...
Brotaban lirios en mi mente...
hablábamos de amor
intentando seducir nostalgias,
olvidándonos de evocar un presente, tan ajeno...
Rompía la noche..
y nos encontraba desnudos,
buscándonos, como siempre,
equivocando las ventanas.
Cedían las farolas al gemido de los estériles,
engullíamos la cal,
tratando de resucitar inocencias.
Nos creíamos tan fuertes...

Ada.