un rincón oscuro,
me avisa de una palabra muda
que guardas en la campanilla,
junto a las amígdalas,
no la digas hoy.
Déjala junto al calor de humedad
de tu aire caliente,
de tus entrañas.
Hoy no la digas,
mejor , rózame con tus dedos
que tu piel me dé tu cuerpo,
me dé tus besos dulces,
suaves y fuertes,
como tu mirada ahora.
No me digas nada,
abrázame con tus brazos rotundos,
dame tu cuerpo candente.
Ada.
1 comentario:
La comisura de tus labios...
No sé, no termino de verlo...
lo leeré otra vez más adelante
potroviejo
Publicar un comentario