Comenzaría con un abrazo melancólico
que sirviese para destapar una sonrisa triste
y tras ella,
a empujones,
como el champán,
vendría un batallón de besos,
como una pléyade de chispeantes burbujas
que atravesasen los aires.
Entre las aguas transparentes
del mar de mis amores
mis ojos alegres e inocentes
reverberan
por éste amor que siento.
Comenzaría con un silencio,
tan grande,
tan gozoso,
tan dulce,
que se escucharía detrás de esos suspiros
que se bañan
en ésta cálida tarde.
Ada.
Ada.