sábado, 26 de enero de 2008

Éxtasis

Tu llovizna y mi niebla.
Tu júbilo y mis ojos.

Tu mirada y mi vientre.
Mis manos y tu cuerpo.

En esta estación de un solo sueño,
mi entrega de agua transparente.

Tu fuego,
espiral en mis entrañas.

Ada.

1 comentario:

NEMROD dijo...

Hola amiga.

Ya ves que hace tiempo no escribo nada pero hoy tengo ganas.

____AMORES de BARRA o Amores de diario____.


Un destino de confiada y serena tranquilidad le prometieron al ángel. Un destino de incierta realidad pues el sosiego del alma suele ser rumor de corporales sufrimientos. La quietud y el silencio dejaron paso al fugaz sonido de tambores de guerra, derrumbamiento de castillos, demolición de sueños.
Cometidos todos los errores posibles ya no había más potencialidades. Me salvaron la tersura de una piel, alguna caricia despistada que en caminos perdidos del mundo acababa posándose en mis brazos. Un pretendido beso ilegal, mordido en sus carnes y en la mías propias por el impuro y lascivo querer interesado. Lentas olas que siempre nos arrojaban juntos en playas desiertas llenas de algas putrefactas. Mares insalubres, traicioneros por su calma desafiante.

Todos ellos, motivos y razones para no hacer nunca lo que se pretende. A cada excusa barata la acompañaba la más articulada expectativa de creencia. Nadie cree a un mentiroso que no se cree su mentira. Nadie te creyó el día en que dejaste de creer en ti. Así pasaban los días entre retazos de huidas pretendidas. A cada carrera alocada en busca de nuevas decepciones le contestaban tus intentos de tratados de paz. La paz de unos cuerpos que extraños ya en sus encuentros se conformaban con buscarse sin intenciones.

Tus pestañas fueron cortinas de humo para mis furias. En ellas se disipaba la fuerza de mis argumentos y atenuaban sus ardores hasta llegar mansos al lago de tus ojos. Las cascadas de lágrimas saciaban a ratos esa sed de razón que siempre buscaban mis reproches. Cansados de lastimeros intentos de edificar sueños decidí que el tiempo era para vivir en alquiler mi presente. Sin hipotecas de futuro en algún piso de desidia mañanera y gritos nocturnos. El día a día de un corazón roto es preferible al mañana sin cuerpo que soporte un alma que ya murió antes, mucho antes.

Aleteos de mariposas, cosquilleos en el estómago, jaja. Me parece que has comido más de la cuenta. O eso o ... lo garbanzos te han vuelto a sentar mal.